CALMA, POR FAVOR

Acaba de terminar la Navidad y tienes la cabeza como un bombo con nuevos propósitos, dietas milagrosas y hábitos que te harán descubrir tu YO con mayúsculas. El journaling, la meditación, los nuevos hábitos deportivos y querer borrar de tu cuerpo todo rastro de exceso.
Pues me vas a tener que perdonar, pero el cuerpo humano no funciona así. Ni a golpe de moda, ni tendencia, ni click. Tiene sus tiempos, sus procesos, precisamente porque es humano. Así que hacer borrón y cuenta nueva, descubrir tu nuevo yo, hacer cambios en tus hábitos, claro que es posible, pero requiere de un tiempo. ¿Y sabes qué? Que no pasa nada.
Siempre me sorprenden las prisas por cambiar, por olvidar lo que acaba de suceder e intentar ser ya esa nueva persona que te has prometido ser. Pienso que intentar cambiar tan rápido conlleva también olvidar las cosas bonitas que has vivido.
¿Que tienes un par de kilos de más? Ya, pero ¿qué bien pasar ese rato con tu familia, o estar con esos amigos que sólo ves 1 vez al año? ¿Que no has entrenado todo lo que querías? Bueno, pero ¿y esas cañas y todas las risas?
Soy muy partidaria de tener unos hábitos de vida sanos, pero soy la primera que se apunta a pasar un buen rato con sus amigos y arreglar el mundo. Y si en el durante te pasas en la dieta, pues bien merece ese sacrificio. Faltaría más.
Así que mi consejo estos días del año, es éste: si quieres mejorar tus hábitos, empieza por lo más pequeño, y no te agobies. Sobre todo, no te agobies. Calma. Es mucho más importante ser constante que ser perfecto. La idea de que en 21 días se construye un nuevo hábito no siempre es matemático, así que tómatelo con calma.
Lo que sí tengo por aquí son trucos que me funcionan para ayudarte en tus nuevos hábitos. Son muy básicos y obviamente, no son milagrosos, pero a mi me han servido y espero que a ti te puedan ayudar. Allá van:
- ¿Quieres ser más activa? Intenta no utilizar el ascensor. Yo por ejemplo, tengo un pacto: si voy sin bolsas, escaleras. Así consigo moverme más casi todos los días. Subir escaleras siempre da pereza, pero nunca te arrepientes.
- ¿Quieres utilizar menos el móvil? Intenta dejarlo en otra habitación, en silencio. Si te preocupa que pueda pasar alguna desgracia (de las que afortunadamente no pasan) casi todos los móviles tienen un modo de emergencia en el que sólo suenan los números que tú quieres. ¿Que lo utilizas de alarma? Haz un guiño a lo vintage y cómprate un radiodespertador. Así dejarás el móvil en otra habitación mientras descansas.
- ¿Quieres comer mejor? Te dejo una técnica que me enseñó mi madre: antes de comer esas galletas que tango te apetecen, cómete una pieza de fruta o algo parecido. Así cuando cojas las galletas, lo más probable es que no te apetezcan tanto. Y si todavía las quieres, cómetelas, que las vitaminas de la fruta ya las tienes.
- ¿Tienes un trabajo en el que te mueves poco? Yo siempre intento ir al baño más lejano de la oficina, y si hay más pisos, voy al de arriba o al de abajo. Así me muevo más y además el paseíto me ayuda a distraerme un poco.
- ¿Quieres hacer algo que te da mucha pereza? Convence a una amiga para que te ayude. Las amigas nunca fallan. Y si al final os vence la pereza, las risas al menos están aseguradas.
A todo esto, mi teoría es que para hacer cualquier cosa, te dará menos pereza si te vistes con ropa cómoda y con la que te ves bien. ¿Que no quieres arriesgar? El básico negro no defrauda, créeme.