¿Sabes quién hace tu ropa deportiva?

Esta semana se celebra la iniciativa Fashion Revolution, fundada por Carry Somers y Orsola de Castro a raíz del accidente en el edificio Rana Plaza en 2013.
Y con esta pequeña aportación, quería hacerte partícipe, al menos esta semana tan señalada, de la situación que viven millones de personas en el mundo, en su mayoría mujeres, debido al fast fashion y cómo puedes contribuir a visibilizar su situación.
Como dijo Hayat Rachi, fundadora de Neon Moon: “No puedes explotar mujeres en un país para empoderarlas en otro”
En Naturalkiller pensamos que
"No puedes explotar a nadie,
bajo ningún concepto"
Rana Plaza y Fashion Revolution
El 24 de abril de 2013 el edificio Rana Plaza de ocho plantas, que acogía fábricas de confección textil de grandes marcas del fast fashion, se vino abajo dejando tras de sí 1.134 muertos y más de 2.500 heridos.
Sucedió en Dhaka, Bangladesh, un país que no cuenta con protección laboral, y en el que la falta de un miembro familiar puede suponer la miseria para el resto de sus miembros.
Tras el accidente, muchos profesionales de la moda empezaron a cuestionar el modelo de producción textil que se usaba hasta el momento (y que todavía no ha desaparecido), uniéndose en la iniciativa Fashion Revolution, que trata de asegurar condiciones laborales justas para los trabajadores de la industria textil.
Con la campaña Who made my clothes?, se empezó a visibilizar quién estaba detrás de cada prenda confeccionada.
Fast Fashion y la mujer
Según el INE, hace 10 años una familia española dedicaba el 9% de su presupuesto a ropa y calzado.
En 2016, esa cantidad se redujo al 5%.
El porcentaje ha ido descendiendo debido a una paradoja: a pesar de gastar menos en moda, se compra más ropa que nunca por los bajos precios del sector. Democratización de la moda, lo llaman.
La apertura del mercado asiático hace más de una década permitió que la industria textil europea se asentara y consolidara allí.
Esto es lo que principalmente ha contribuido a la bajada de precios en la industria de la moda. Pero ¿a qué precio?
Las más perjudicadas en este sector son sin duda las mujeres: Se estima que sólo en Bangladesh 2,5 millones de personas sostienen el sector textil, del cual un 80% son mujeres.
Y ahora piensa, si un abrigo, camiseta o pantalón confeccionado en la otra punta del mundo llega hasta ti a un precio inferior a 40€, puede ser muy probable que la mujer que te lo haya confeccionado no esté recibiendo un salario justo y que sus condiciones laborales no sean seguras. A mi desde luego no me salen las cuentas.
Quién hace tu ropa deportiva NATURALKILLER
Los valores de Naturalkiller están muy vinculados a la producción a pequeña escala, trabajando con series limitadas, en talleres de San Sebastián con condicionales salariales justas y haciendo el mejor uso posible de los recursos disponibles.
Cuando decides comprar un legging en Naturalkiller, se pone en marcha una maquinaria bien engrasada.
¿Quién te confecciona el legging? Pueden ser Ana o Miren. Dos maestras modistas y costureras. Cada vez que les pregunto algo relacionado con las máquinas de coser me lo explican con toda la paciencia del mundo.
Puede que tu sujetador deportivo lo cosa María, que practica yoga y no se salta ni una clase.
O igual es Jone.
Cualquiera de ellas puede ser tu vecina. El caso es que las mujeres que cosen para la marca son mujeres que tienen vida e inquietudes parecidas a las mías, igual también parecidas a las tuyas.
Mujeres que se merecen trabajar por un salario justo y en condiciones dignas.
Sin todas estas mujeres, incluyéndote a ti, Naturalkiller no tendría sentido.
Así que, cuando compras NK, en Bangladesh, en China, o en Madrid, no se entera nadie.
Sin embargo, ya formas parte de algo más grande. Ten la certeza de que con tu colaboración, visibilizas la producción de una moda deportiva justa.
Acercándose el día de la madre, estamos en una época muy indicada para tomar conciencia de las prendas y complementos que regalamos.
Podemos mirar hacia otro lado o contribuir a visibilizar quién hace nuestra ropa, considerar si sus condiciones laborables y salariales son justas, y si valoramos la calidad sobre la cantidad de prendas que caben en nuestro armario.
¿Cómo contribuir a este cambio?
Aquí tienes algunos tips por si te sirven de ayuda:
- Compra ropa fabricada con responsabilidad, desde el tejido hasta la distribución de la prenda. Te muestro varias marcas que lo hacen muy bien:
Maider Alzaga Back Couture Calmada Counting Clouds Minusse Mónica Cordera Maixala Zubi Modu bat La casita de Wendy Amarenak EMES - Piensa que para que una prenda sea rentable, debe facilitarte al menos 3 looks. Así conseguirás tener un armario mucho más versátil y sacarle chispas a cada cosa que te compres.
- ¿Alguna prenda se ha quedado desfasada? No la tires, transfórmala y dale una segunda oportunidad. Para ello puedes apuntarte a escuelas de costura y patronaje como el de Asun Domínguez.
Cambiar las cosas no es tan difícil.
Con un pequeño cambio personal podemos formar parte de un gran cambio global.