¿TE CUESTA RELAJARTE?
Mientras escribo este artículo me estoy recuperando de un taller de 3h (¡3 horas, sí!) de Yin Yoga. Si no te suena, es un tipo de yoga lento, en el cual los asanas (posturas) se hacen casi todas en el suelo y se mantienen entre 2 y 5 minutos. Es decir, va de estarse quieto en posturas que pueden ser incómodas (al menos al principio) y dejar la mente en blanco. No sé a ti, pero a mí la mente no se me pone en blanco ni de milagro.
Total, que iba de estarse muy quieta y no pensar. Al principio he pensado que no iba a aguantar. Luego he aguantado, bastante mejor de lo que esperaba.
Eso sí, me ha hecho pensar en el grado de aceleración que llevo (y llevamos) en el que nos cuesta tanto estar quietos y sin estímulo alguno (sin música, sin ruido, nada). Si te paras a pensar, ¿cuándo ha sido la última vez en la que has estado despierta, en silencio, sin móvil, sin pensar en nada? Yo ni sé. De hecho, me parece que no sé estar sin pensar en nada.
Créeme que después de las 3 horas que ha durado el taller me he dado cuenta de algunas cosas, que te listo aquí, a ver si te sientes identificada con alguna de ellas:
1. Es dificilísimo dejar la mente en blanco. Creo que sólo lo puedo hacer cuando duermo (o tal vez ni eso).
2. Al principio me he enfadado mucho conmigo misma porque no conseguía no pensar en nada, pero luego me he dado cuenta de que puede ser la falta de costumbre. A veces somos un poco duras con nosotras mismas.
3. Lo que al principio puede ser incómodo, al cabo de un rato, se vuelve más llevadero o incluso agradable. Me da la sensación de que esto se puede aplicar a más cosas en la vida, no sólo a los asanas de yoga.
4. Ha llegado un punto en el que se me ha activado la creatividad y me han venido a la mente nuevas ideas para probar en Naturalkiller. Espero que las puedas ver pronto.
5. Me he tirado 3 horas quieta y “sin hacer nada”, y estoy baldada. Me parece que a veces apreciamos el ejercicio por las calorías quemadas y opino que no es un enfoque muy acertado.
¿Mi conclusión? Que ha sido una experiencia muy enriquecedora, aunque ahora esté cansada y note agujetas en lugares muy raros. Sí es una experiencia que te recomiendo. Y si no puedes dedicarle 3 horas al Yin Yoga, sí te recomiendo que intentes estar un rato sin ningún tipo de estímulo, y veas hacia dónde se te va la mente. Tengo la intuición de que eso puede dar muchas pistas. También te recomiendo que te tapes bien porque mantenerse quieta un buen rato puede dar frío. Y qué mejor que nuestros calcetines para ello, ¿no te parece?
¡Te veo en el siguiente artículo, hasta entonces, feliz relajación!
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